
SCREENING AUDITIVO UNIVERSAL PARA RECIÉN NACIDOS
En la actualidad, más del 90% de los bebés que nacen en nuestro Hospital son evaluados con un screening auditivo: un examen rápido, gratuito e indoloro que permite detectar precozmente la hipoacusia, que no es otra cosa que la pérdida parcial o total de la capacidad auditiva. Una iniciativa que se gestó hace cuatro años en el recinto, que ha ido creciendo en cobertura y cuyo norte es contribuir a que los padres puedan movilizarse rápidamente en caso de detectar algún problema auditivo en su hij@.
La audición nos permite conectarnos con el medio, incluso antes del propio nacimiento, constituyéndose en una valiosa herramienta para el desarrollo del lenguaje y la comunicación. Por ello, la hipoacusia o pérdida auditiva puede afectar el desempeño social y cotidiano de quienes la poseen, resultando fundamental un diagnóstico temprano y un acceso oportuno a las ayudas técnicas adecuadas. Y aunque el Ministerio de Salud tiene normada mediante GES la aplicación del screening auditivo para los bebés prematuros, la conciencia de su importancia hizo que en 2017 comenzaran a gestionarse las condiciones para aplicar este examen a los recién nacidos de nuestro hospital.
Concretando el Proyecto
En 2017 nuestro establecimiento contaba con el equipo, pero no disponía de un cargo con las horas profesionales para abordar el tema. Esta situación llegó a oídos de la Fonoaudióloga Macarena Drago Torrijos, docente de la Escuela de Fonoaudiología de la Universidad Andrés Bello, quien gestionó un proyecto para que dicha institución acreditara campo clínico para la especialidad mediante convenio clínico asistencial, consiguiendo 22 horas y la colaboración de 2 internos. Luego y con el apoyo del Dr. Esperidion, Macarena logró hacerse de una oficina, la cual acondicionó acogedoramente para atender a los pacientes y comenzó un lento, pero progresivo crecimiento del área. De esta forma, en 2019 logró hacerse de 44 horas y con ello se fijó la meta de abordar a todos los recién nacidos. Pero vino el estallido social de octubre y luego la pandemia en 2020, lo que obligó a retrasar los planes. Este año, sin embargo, ha logrado ir poniéndose al día con su objetivo y hoy las coberturas mensuales no bajan del 90% del total de recién nacidos. En efecto, de enero a mayo nuestro hospital contabiliza 953 partos, nacimientos en los que 874 bebés fueron examinados (91,7%).
“Ha sido un proyecto bonito y desafiante, que día a día me deja una tremenda satisfacción”, “es impagable ver la cara de felicidad de los padres (de los pacientes), al saber lo importante que es el examen auditivo, lo difícil que era acceder a un examen de este tipo y, más encima, que se los ofrezcamos gratis”, nos comenta Macarena. Asimismo, agrega que “saber en los primeros días de vida si el recién nacido tiene algún problema auditivo nos permitirá intervenir tempranamente y así evitar alteraciones comunicativas. Le estás dando a ese niño la oportunidad de tratar su hipoacusia, ya sea a través de dispositivos auditivos como audífonos o implante coclear según corresponda, siempre acompañado de terapia fonoaudiológica”.
En qué consiste el Examen
Después del parto y antes que las madres sean dadas de alta con sus bebés, Macarena junto a internos recorren las salas de los Servicios de Maternidad y de Neonatología para practicar el examen. Se acercan a la madre, le explican en qué consiste y para qué sirve, obteniendo con ello su consentimiento. Una vez con el mismo y tras responder un breve cuestionario, Macarena introduce un pequeño dispositivo en el conducto auditivo del bebé, el cual emite un estímulo que llega al interior de su oído, el que responde enviando una enviando una señal acústica que es detectada por el aparato. Si hay respuesta, quiere decir que todo anda bien. Si no la hay, se le señala a la madre cuál es el camino a seguir: la consulta en el Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Barros Luco. Esto, dado que nuestro Hospital no cuenta con la misma en su cartera de servicios.
Factores de Riesgo
- Historia familiar de hipoacusia neurosensorial congénita o instaurada durante la infancia.
- Infecciones intrauterinas (TORCHS)
- Malformaciones craneofaciales.
- Peso al nacimiento inferior de 1.500 gr.
- Recién Nacido menor o igual a 32 Semanas de Edad Gestacional
- Hiperbilurrubinemia grave.
- Hipoxia-isquemia perinatal.
- PEG Severo.
- Otros.
Para tener en cuenta…
- La prevalencia de hipoacusia congénita bilateral es cercana a 3 de cada 1000 recién nacidos; la mitad de ellos no tiene factores de riesgo pesquisables para esta condición.
- La detección de sordera antes de los 6 meses de vida, seguida por intervención antes de los 12 meses de vida, muestra mejoría en el desarrollo del lenguaje y habilidades cognitivas en pacientes con pérdida significativas de la audición.
- Los niños con factores de riesgo de hipoacusia deben ser controlados con monitoreo audiológico cada 6 meses hasta los 4 años.
- Las personas afectadas por una hipoacusia sin implementación auditiva y con diagnóstico tardío, padecen de un escaso o nulo desarrollo del lenguaje oral, lo que incide en un sano desarrollo cognitivo, afectivo y social.
- La detección precoz de la hipoacusia y el inicio a temprana edad del uso de audífonos, junto a una rehabilitación auditiva verbal, permiten obtener resultados extraordinarios. Sin embargo, existe un grupo de pequeños, que se estima cercano al 10% de los casos de hipoacusia, en los que la ayuda que le brindan los audífonos es insuficiente, por lo que se debe recurrir al Implante Coclear.
Signos de Alerta
- Falta de reacción ante estímulos sonoros: voces, ruidos, música.
- Falta de balbuceo durante los primeros meses.
- Desarrollo pobre del lenguaje.
Señales de capacidad auditiva y desarrollo del lenguaje
Desde el nacimiento a los 3 meses:
- Reacciona a los sonidos o ruidos fuertes.
- Hace ruidos de arrullo.
- Responde al habla mirando a la cara de la persona que habla.
3 a 6 meses:
- Busca con los ojos y mueve la cabeza en busca de la fuente u origen de los sonidos.
- Empieza a “balbucear” o hacer sonidos similares al habla.
- Reacciona, se ríe y hace ruidos para expresar sensación de agrado o desagrado.
6 a 9 meses:
- Balbucea palabras similares o iguales a “mamá” o “papá”.
- Busca llamar la atención haciendo algunos ruidos.
- A esta altura empezará a responder a su nombre o a ciertas palabras.
De los 9 meses al primer año:
- Imita los sonidos que oye de los demás.
- Entiende sonidos que le parecen familiares así como palabras cortas y sencillas: “mamá”, “papá”, “perro”, etc.
- Responde ante estímulos y señala a las personas, a ciertas partes del cuerpo que ya identifica o juguetes cuando oye sus nombres.
De los 12 a 18 meses:
- Parece entender progresivamente palabras nuevas cada semana.
- Sigue instrucciones verbales sencillas como “toma la pelota” o “empuja la puerta”.
- Señala con mayor propiedad a las personas, partes del cuerpo o juguetes cuando se le pregunta por ellos.
18 a los 24 meses:
- Puede escuchar cuentos o sonidos sencillos.
- Empieza a componer frases cortas combinando dos o más palabras de tipo: «más comida».
De los 2 a 3 años:
- Es capaz de entender frases más largas o elaboradas.
- A esta altura es capaz de seguir instrucciones que incluyan dos o tres indicaciones.
De los 3 a 4 años:
- A partir de los tres años ya procesa estructuras de frases complejas.
- Repite en detalle historias más largas (5 o más frases).
San Bernardo, 24 de junio 2021.